Me he encariñado con los pollos de cernícalo. Se han acostumbrado a posarse en el marco de la ventana y me gusta verlos mientras trabajo en el ordenador. Los estaba viendo fortalecer sus alas para el vuelo. Y hoy en un descuido el mayor ha volado hasta la torre de mi ordenador. Mejor dicho, la mayor, porque es una hembra. La he llevado de vuelta a la ventana como es natural.

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