¡Ahora un vencejo! Estoy haciendo de madre de acogida de un pollo de vencejo caído del nido. Lo estoy cuidando hasta que pueda valerse por sí mismo. Lo puse ahí para la foto. Parece que lo mío son los pájaros.Lo trajo un muchacho joven que está viniendo al huerto urbano, que pensó que le pasaba algo, diciendo que no se podía hacer cargo de él. De inmediato nos dimos cuenta de que era un polluelo que todavía no podía volar. Eso fue el martes pasado. Yo en un principio no quise llevármelo porque dije que como me iba a hacer cargo del pollo de un ave insectívora, que donde iba a encontrar comida para él, que lo mejor era llevarlo a un refugio. Mayte, una del huerto, se lo llevó a su casa y consiguió larvas congeladas apropiadas para alimentarlo, pero dijo que no tenía tiempo para ocuparse de él. Así que el viernes me lo trajo a casa con las larvas. Pero lo realmente complicado es que a casi todos los polluelos de vencejos hay que obligarles a comer, abrirles el pico y meterles la comida. Espero que se vaya a volar pronto por esos mundos.

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