Dicen que de vez en cuando sopla un extraño viento que cuando toca las flores se vuelven del todo locas. Había unas lindas matas con graciosas trompetillas de un color uniforme exhalando su perfume desde que alargan las sombras hasta cuando alumbran los días. Un soplo las emborrachó llenándolas de vesania y cada flor se tiñó de un diferente color, algunas hasta mitad y mitad de diferente tintar. Al verles tanta locura exclamaron otras plantas: ¿Qué estáis haciendo? ¿Habéis perdido el juicio? Pero estaban tan borrachas que no les hicieron caso y continúan hasta ahora sus curiosas floraciones. Todavía soplan mágicos aires que al envolver los pimpollos los enloquecen del todo y confunden sus colores.
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