Pregunta el visitante que arriba a Málaga: ¿En qué planta nace ese racimo de flores blancas tan perfumadas? La forma recuerda al geranio por la espesa sombrilla de flores apretujadas. Pero estas te llevan al cielo con ese olor tan divino simulan parasol de encaje de delicado tejido. Una mujer le responde: Solo una cosa acertó, el ramillete no es natural, es obra de manos hábiles y llenas de paciencia que crean tan lindo ramo. Son capullos de jazmín recogidos aún cerrados muy temprano de mañana. Luego uno a uno los colocan con cuidado en una rama de nerdo que cuando ya está seca tiene forma de sombrilla. Una vez ya terminada su minuciosa tarea queda hecha una biznaga, pues así es como se llama, y el vendedor biznaguero. Para poder transportarlas las pone en una hoja de la robusta chumbera y esa es toda la historia de las hermosas biznagas.

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