Mi hermoso pajarito de armoniosos trinos, no me seas esquivo. Oí hablar mucho de ti, de niña en los cuentos, ya adulta en los medios, todos te cubrían de elogios antes de yo saber que vivías cerca de mí. Aquí en mi apartamento no me podía imaginar que tú tan cerca rondabas. Un día en el huerto de mis amores te vi revoloteando. Yo llevaba la cámara, así que quise retratarte, pero eras muy miedoso solo te vi fugazmente volando todo presuroso. Como poder explicarte que tu bien yo solo quiero me gustaría admirarte gozar de tu retrato, compartir la belleza de tu pechito pintado y tu graciosa figura con razón tan admirada. Quedo a la espera de verte ganarme tu confianza y serás bien recibido cuando regreses al huerto.

¿Me invitas a un café?
Agradezco tu colaboración para poder seguir compartiendo en el blog.
1,00 €