Sonaron los viejos versos trovados por Joan Manuel Serrat: “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar.” Y las sabias reflexiones del ilustre poeta se esparcieron con el viento como volanteras semillas que llegan a cualquier lugar las escuchó todo el pueblo hasta el último rincón. En mis jóvenes oídos eran palabras hermosas, que cobraban nueva vida, al verterse en otro molde. El tiempo ya discurrió, entiendo mejor esos versos que siguen igual de actuales y me sigo deleitando con el recuerdo del poeta en las trovas de Serrat.

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